Ingredientes
- 4 sobres de gelatina de colores y sabores diferentes, pero que combinen bien entre ellos, por ejemplo puedes utilizar: piña, fresa, limón y uva.
- 4 sobres de gelatina sin sabor
- 1 lata de lecherita o leche condensada
Preparación
- Comienza por mezclar una de las gelatinas de color con medio sobre de gelatina sin sabor.
- Agrega una taza de agua muy caliente y disuelve bien ambas gelatinas para evitar que queden grumos. Deja que repose.
- Engrasa un molde y añade en la gelatina. Lleva a la nevera por 30 minutos.
- Mientras la primera gelatina está en la nevera, mezcla la lata de leche condensada con una taza de agua hirviendo.
- En otro envase mezcla media taza de agua fría junto con dos sobres de gelatina sin sabor.
- Ahora añade media taza más de agua, pero esta vez el agua debe estar hirviendo para que la gelatina se disuelva correctamente.
- Une la gelatina sin sabor y la mezcla de leche condensada y remueve. Permite que repose por unos minutos.
- Retira el molde de la nevera y vierte sobre la primera gelatina, una taza de la mezcla anterior.
- Refrigera por 30 minutos más.
- Prepara las otras tres gelatinas de colores de la misma manera que te indicamos con la primera.
- Colócala en el molde sobre la gelatina blanca cuajada.
- Y así debes ir intercalando entre cada capa de color una taza de la gelatina de leche condensada. Dejando que cuaje cada capa antes de agregar la siguiente.
- Cuando termines con todas las gelatinas deja en la nevera para por tres horas como mínimo, aunque lo puedes hacer de un día para otro y te quedara muy bien.
- Para desmoldar, sumerge el molde en agua caliente durante 10 segundos, si no puedes sacarla con facilidad colócala 10 segundos más.
- Sirve la gelatina en un plato o una fuente.